Una definición que me parece muy acertada de lo que aporta Mindfulness es “La ciencia contemplativa ha demostrado que al practicar mindfulness se fortalecen los circuitos cerebrales responsables de la atención, el autocontrol, la empatía, la compasión o la resiliencia ante las situaciones cotidianas generadoras de estrés, lo cual es fundamental para el aprendizaje y la memorización”. (Hölzel et al., 2011).

Aplicando prácticas Mindfulness en la educación , cultivamos nuevos tipos de conciencia y entrenamos a nuestros cerebros para que nos ofrezcan maneras amistosas y atentas al estrés , en lugar de automáticamente respuestas limitadoras y agotadoras de la lucha , la huida o quedar paralizados.

Además poniendo en práctica nuestro programa de Mindfulness en el aula , se implanta una nueva forma de ser que mejora el clima , el bienestar y el desarrollo cognitivo y emocional del alumnado .